Esta actividad consistió en una auditoría de nuestro entorno para despertar el espíritu crítico del alumnado con respecto a la planificación urbana y al espacio público del que es usuario. Identificar puntos peligrosos y proponer soluciones. El análisis final era, qué tipo de entorno nos gustaría: parques, aceras, movilidad, señalizaciones,...
Todos estos datos quedaron recogidos en unas tablas. Se detectaron los “puntos a mejorar” y se preparó un documento que se facilitará al Ayuntamiento de Mérida.
Con las conclusiones también se participó en un pleno infantil (ver otra entrada de este blog) en el que se expusieron algunas.
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